Un hecho «anatómicamente indiscutible» es aquel dato sobre las partes del cuerpo que conocemos con certeza científica y esto no cambiaba desde hace un siglo… hasta ahora.
Cuando este año Antoine Louveau descubre que el cerebro tiene vasos linfáticos se produce uno de esos momentos mágicos en los que la tierra pasa a ser redonda.
Hasta ahora estaba claro que necesitamos dormir para «limpiar» el cerebro que no tiene este sistema linfático, que las arterias lo regulaban todo pero sobre todo que las enfermedades cerebrales que dependen del sistema inmune o que tienen depósitos en el cerebro eran un enigma.
Este descubrimiento cambiará el modo en el que abordamos el Alzheimer, la esclerosis múltiple, etc.
En este siglo otra vez damos una vuelta de tuerca a la medicina con algo tan sencillo como un microscopio y las ganas de cambiar la salud de los pacientes. Que el cerebro tenga un sistema linfático completo nos ayudará a encontrar y tratar enfermedades que antes no tenían solución, mejorar la espectativa de pacientes con enfermedades autoinmunes, etc. Bienvenidos a unos años con grandes cambios médicos.

Francisco García 12/06/2015

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