En este siglo de estrés y malas alimentaciones, la salud ha pasado a ser un bien secundario y se ha adelantado el placer por comer bien y tener cosas materiales. Todos reconocemos que no nos cuidamos tanto como deberíamos, aunque esto no siempre genera un cambio en nuestra prevención. Hoy en el Día del ictus, queremos hacer un recuerdo importante sobre la prevención de esta patología, intentando mostrar la complicación de la terapia en la que nos encontramos los sanitarios cuando acudía a nosotros con ella.
Un ictus, o un accidente cerebrovascular es la situación en la que hay una alteración de la hemodinámica, o la irrigación de la sangre, dentro del cerebro. Bien porque una de las arterias se bloquea con un trombo o trozo de sangre coagulada, o bien porque una arteria se rompe produciendo un hematoma que ocupará espacio, cerrando así arterias que están cerca del hematoma. En cualquiera de los dos casos el paciente sufrirá falta de riego con lo que sufrirá falta de oxígeno en las neuronas. Si esto se alarga más de breves minutos, puede que queden consecuencias en neuronas que mueran por esa falta de oxigenación.
Los primeros minutos son decisivos. Síntomas como la cara torcida, no poder mantener los dos brazos a 90 grados, balbuceo, un ojo que se cierra… son síntomas que deben hacernos ir rápidamente a urgencias y si puede ser, a alguno de los hospitales que tienen protocolo para ICTUS. Tras un primer examen habrá que determinar si es hemorrágico o isquémico, es decir, si es por hematoma o por trombo. Con una prueba de imagen se llegará a esa conclusión y se aplicará el tratamiento de urgencias adecuado. A partir de ahí, los médicos técnicamente tienen que hacer todo lo posible para revertir la situación lo más rápidamente posible y que el oxígeno llegue a las células para salvar la mayor parte. En los días sucesivos, la neuroplasticidad, que es la capacidad del cerebro para regenerarse y modificarse, hará una reparación increíble que tiene asombrado al mundo entero. Últimamente hemos descubierto que parte de esa recuperación tras un ictus la producen los enterocitos, células del intestino grueso que migran por el torrente sanguíneo hasta el cerebro para reparar neuronas. Cómo harían las plaquetas en una arteria o en la piel así hacen las células del colon en tu cerebro.
Luego toca cruzar los dedos, y que tu genética y tú capacidad para regenerar permitan una recuperación completa. Así desde la medicina occidental un ictus es un problema de salud orgánico, dependiente de la edad, y del género, pues afecta más a hombres mayores.
Desde el punto de vista de la medicina china, es un ataque de viento, una situación en la que el estrés altera el metabolismo hasta que hace fallar algún sistema (puedes leerlo más abajo en este blog). Desde la nutrigenómica o la nutrición más moderna, un ictus es un problema que se inicia casi siempre en el síndrome metabólico, o la incapacidad del cuerpo para gestionar el azúcar. Así podíamos explicar la descripción causal desde todos los puntos de vista de la salud sobre el ictus. Llegando siempre a la misma conclusión, nunca nada es tan eficaz contra el ictus como la prevención.
La prevención de la salud va a ser siempre lo más prioritario en cualquier equipo clínico y tendrá que hacerse a través de grandes esferas de trabajo como la salud nutricional y la salud emocional. Una buena gestión de los sentimientos, las emociones, y las relaciones personales, harán que los sistemas fluyan sin estrés. Y qué es el metabolismo tenga los nutrientes y las moléculas necesarias para hacer su función dependerá de esos alimentos que ya conoces que son los sanos y de retirar los que ya conoces que no lo son tanto.
Para este tipo de prevención se requieren grandes equipos multidisciplinares que de manera sencilla, con cursos o tratamientos muy cortos genere en los pacientes la libertad de su propia salud. Porque la libertad es un derecho de cada uno, para tenerla para uno mismo y su familia. Protegiendo así lo que más queremos te las situaciones más graves.
Artículo escrito por nuestro Director Técnico Francisco García.
QUÉ ES EL ICTUS, SEGÚN LA MEDICINA CHINA
Accidente cerebral vascular o ACV, Ictus; Embolia, Accidente isquémico cerebral, Derrame. Para la medicina china es: Zhong Feng o Ataque de Viento.
Está compuesto por los caracteres “Zhong”: centro y “Feng”: elevación; de tal modo que “la elevación del centro” (Ataque de Viento) es el dispositivo que subyace y que, en su elevación, arrastra al organismo a la desarmonía y deja de realizar sus funciones propias. Cuando esto ocurre, se produce un trastorno en la circulación del Qi y Xue
Una vez que el “Zhong” deja de realizar sus funciones propias, el resto de los Órganos se verán afectados y es por eso que fundamentalmente el Ataque de Viento está vinculado con un trastorno de la circulación del Qi Xue.
Pero ¿cuáles son los Órganos que se vinculan al Qi y al Xue? El Qi (mal traducido y entendido como energía) en líneas generales va a proceder de la energía del Pulmón y va a ser el Hígado el que asegure su correcto y libre fluir por el organismo. (aunque también es cierto que el Hígado guarda una estrecha relación con este Qi dado que una de sus funciones es la de asegurar el flujo uniforme de Qi.)
El Xue (Sangre) por su parte está (va a estar) relacionado con el Corazón, que, a saber: gobierna la sangre, controla los vasos sanguíneos y tiene su apertura en la lengua. Es por ello que como manifestaciones típicas del Zhong Feng están (Así dentro de los síntomas que se pueden manifestar en Zhong Feng estén) la lengua desviada o paralizada o la dificultad del habla. El Hígado también lo vamos a encontrar relacionado con Xue, ya que también se encarga de almacenarla y “depurarla”. (entre sus funciones está la de “Almacenar la sangre”)
Bien, ya tenemos un centro que se eleva, en su elevación arrastra un desequilibrio que fundamentalmente afecta al Qi Xue, Hígado y Corazón son los principales Órganos relacionados con el Zhong Feng (Quitar párrafo??? Ya está explicado)
Tenemos por tanto un desequilibrio que puede afectar tanto a los órganos mencionados, como a los meridianos tendino-musculares o Jing Luo (“canales”) por los que discurre el Qi. Entendamos un poco la dinámica.
En el Hígado podremos fácilmente encontrar agitación debido al aporte insuficiente de Xue por parte del centro (Zhong)) capaz de “sostener” “contener”, “retener” el Viento (Feng), (ß quitar??) y también bloqueo de su Qi (de Hígado) por aspectos emocionales, malas rutinas etc. (puede producir “Fuego” de Hígado y en su ascenso este Fuego afectar a los meridianos tendino-musculares o Jing Luo ß quitar??). Una mala dieta con alimentos que tiendan a producir Humedad (ejemplos?), que a la larga se convertirá en Tan (Flema turbia que dificulta aún más la circulación de Qi y Xue), podría afectar al Corazón.
La suma de estas dos circunstancias (y que con una circulación afectada por el insuficiente aporte de Xue (Sangre) o el Bloqueo de Qi de Hígado), es fácil que de lugar a (haría) una estasis de sangre y que los órganos se afecten y los Jing Luo se obstruyan. (afectar a los Órganos y del mismo modo podría obstruir los meridianos Jing Luo).
Es según la parte afectada, Órganos o Meridianos, como la medicina tradicional china establece la diferenciación:
Zhong Zan Fu, los Órganos están afectados. Puede haber pérdida de conocimiento, confusión, coma y hemiplejia o muerte, siendo más grave.
Zhong Jin Luo, el desequilibrio afecta a los meridianos. Puede haber hemiplejia, parálisis facial, dificultad del habla, dificultad en los procesos cognitivos, pero no (en este caso además no) hay pérdida de conocimiento.
Prevenir es la solución, no hay otra. Mantener un equilibrio emocional, a pesar de las dificultades, llevar una dieta adecuada, sin prisas en el comer, sin más pensamiento que la comida, guardar unos minutos al día para sentarse, pasear, contemplar, hacer ejercicio moderado, disfrutar de lo cotidiano… Esa es la respuesta.
Artículo escrito por nuestro Médico chino Ernesto.