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Las vacaciones de verano, esa época del año en la que no podemos parar de pensar en comer y beber. Las terracitas, los helados y las ganas de estar todo el día disfrutando del buen tiempo a veces nos juegan malas pasadas. Es común regresar de las vacaciones con sensación de pesadez, hinchazón, falta de energía, dolores de cabeza y articulares, algunos kilos de más… y cómo no, una pequeña depresión por volver a la rutina. ¡Ayudemos a combatirlo!
El objetivo principal es ayudar al organismo a desinflamarse y a eliminar el exceso de residuos y tóxicos acumulados durante las vacaciones., lo que ahora se llama Plan Detox. Para ello, trabajaremos desde distintos puntos:
- Lo primero, reducir alimentos industriales, envasados y el consumo de alcohol
- Debemos aumentar el consumo de alimentos que ayudan al hígado en su función detoxificante como son el ajo, la cebolla, las coles, el puerro, las alcachofas, el apio, nabo, brócoli, repollo.
- Consumir suficiente fibra en forma de verduras, frutas, semillas y cereales integrales para la correcta función intestinal
- Incluir diariamente alimentos antiinflamatorios y ricos en triptófano para aumentar la producción de serotonina y con ello, nuestro sentimiento de bienestar y aumentar las ganas de hacer cosas nuevas. Entre ellos tenemos las legumbres, frutos secos, aguacate, pipas y semillas, cacao puro.
- Incrementar el consumo de agua principalmente fuera de las comidas para favorecer la hidratación y la eliminación de residuos.
Todos estos consejos disminuyen su efecto si llevamos a cabo una vida sedentaria. Aumentar el movimiento de nuestros tejidos con unas pautas de ejercicio adecuadas es totalmente imprescindible para que el organismo funcione correctamente.
¿Te animas a probarlo?