LA ALIMENTACIÓN EN LA VIDA EMPRESARIAL

Son muchas las patologías o síntomas que se producen durante la jornada laboral, generalmente producidas por unos malos hábitos sumados a un sobreesfuerzo. Si como especialistas analizáramos persona por persona en una empresa, podríamos tardar horas enumerando los síntomas y dolencias de cada uno “pues a mí me duele aquí…, a mí me duele allá…”, pero acortándolo un poco podemos nombrar las más comunes y las que causan más bajas laborales.

Si eres trabajador seguro podrás encuadrarte en alguna de estas categorías:

  • Dolores de espalda. ¿A quién no le duele la espalda trabajando? Se podrían contar con los dedos de las manos las personas que nunca se han quejado de su dolor de espalda, trabajen de pie, sentados o tumbados. Según numerosos estudios, es el síntoma más común.
  • Trastornos de la vista. Dado que la sociedad de hoy en día está totalmente informatizada, se pasan demasiadas horas delante de las pantallas.
  • Jornadas laborales eternas, falta de descanso y por supuesto un aporte bastante escaso de nutrientes esenciales que nos aporten la energía necesaria.
  • Estrés. ¿Qué vamos a decir de esto? ¿Estrés? Que va hombre, ninguno. Hasta durmiendo la mayoría de la gente está estresada con las numerosas depresiones que se producen a diario. Si además de tu trabajo, has formado una familia, las tareas no terminan nunca.
  • Lamentablemente y por desgracia de todos, las cifras ya asustan. Lo peor de todo, que como la gran mayoría de las personas padecen de sobrepeso, lo vemos como algo normal, hasta en los más pequeños! No se pone remedio hasta que nos llevamos un susto.
  • Trastornos gastrointestinales. Lo dejamos para más tarde.

 

Y ahora,  pensarás: “vale, la obesidad, los trastornos gastrointestinales y el agotamiento podemos relacionarlo con la alimentación, pero ¿y que tienen que ver los dolores de espalda y los trastornos de la vista con la nutrición?”

Pues sí, la mítica y tan conocida frase de “somos lo que comemos” es totalmente cierta. Está claro, que las malas posturas, los movimientos repetitivos y los ordenadores hacen de las suyas, pero si no nutrimos en condiciones nuestros músculos, nuestros huesos, ni aportamos todas las vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales que necesitamos, difícilmente vamos a aguantar la que se nos viene encima cada día que nos levantamos.

Podríamos hablar un post entero sobre esos dos síntomas, pero hoy me quiero centrar en los trastornos gastrointestinales.

Trastornos gastrointestinales, suena como muy técnico y teniendo en cuenta que la palabra gastrointestinal implica dolencias, molestias y enfermedades desde el esófago, estómago, intestino delgado hasta el colon podríamos nombrar muchas enfermedades como hernias, intolerancias como la celiaquía, el reflujo, pero hablando claro, cuando escucháis la palabra “Trastorno gastrointestinal”, ¿en qué piensas? DIARREA Y ESTREÑIMIENTO.

Muchos trastornos gastrointestinales pueden producir alteraciones en la secreción, en la sensibilidad gástrica y en la absorción de nutrientes. Y aunque no siempre está implicada la dieta de la persona, los hábitos alimenticios y los tipos de alimentos que se consumen juegan un papel importante en el inicio, tratamiento y prevención de muchos trastornos gastrointestinales. La dieta, en la mayoría de los casos, influye en la reducción del dolor, corrige las deficiencias nutricionales y mejora el estado de bienestar del trabajador y su calidad de vida.

Comencemos con LA DIARREA, palabra bonita donde las haya. Los principales objetivos para el tratamiento de la diarrea son:

  • Diagnosticar la diarrea y eliminar la causa
  • Evitar la deshidratación mediante la reposición de las pérdidas de líquidos y electrolitos (sodio, potasio, cloro)
  • Valorar la situación nutricional y corregirla con la dieta adecuada
  • Prevención. Una de las causas de la diarrea es la falta de ácidos grasos de cadena corta. La fibra soluble promueve la formación de estos agcc en el organismo, produciendo así un efecto de prevención.

Es importante personalizar cada tratamiento y sobre todo detectar la causa. Algunas de las recomendaciones nutricionales que podríamos dar de forma general serían:

  • Corregir lo antes posible, la pérdida de líquido, sodio y potasio para evitar la deshidratación.
  • Iniciar el consumo de alimentos sólidos de manera gradual
  • Evitar el consumo de azúcares refinados.
  • Realizar comidas frecuentes, poco copiosas para que sean mejor toleradas.
  • Evitar las bebidas con cafeína.

EL ESTREÑIMIENTO. Este síntoma es como lo del sobrepeso, que para la gente ir al baño una vez cada dos o tres días es “lo normal”. A ver, si comemos todos los días no sé cuántas veces, cómo va a ser “lo normal” eliminar los desechos producidos tres veces a la semana.

Entre las causas más comunes de estreñimiento en las personas que por lo demás están sanas, podemos mencionar:

  • No hacer caso a la sensación de urgencia para defecar y postergarlo. A veces, por no decir siempre, vamos corriendo a todas partes y nos olvidamos de lo más importante. Intenta coger una rutina, al principio costará, pero dale tiempo a tu organismo hasta que se acostumbre y todo será mucho más fácil.
  • La falta de fibra en la dieta. Frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos deben ser la base de nuestra alimentación, favorecerán la formación de mayor cantidad de heces y el paso del bolo fecal por el intestino será más rápido.
  • La inactividad física y la vida sedentaria. El intestino se tiene que mover para que el bolo fecal producido llegue hasta el recto y poder evacuarlo, estos movimientos se llaman movimientos peristálticos o peristaltismo. Si nos pasamos el día trabajando sentados, eso no hay quien lo mueva. Es importante realizar una actividad física a diario y lo de siempre “no tengo tiempo”. Si no se tiene tiempo (que yo creo que algún hueco que otro se podría sacar), pero bueno, supongamos que no lo tenemos, es muy recomendable que no nos pasemos las horas sentados sin movernos, intenta poneros de pie de vez en cuando, caminar un poquito y estirar.
  • El consumo insuficiente de líquidos. El agua entra en la masa fecal, la ablanda y aumenta su volumen. El aumento de volumen puede estimular el peristaltismo y las heces ablandadas se mueven con mayor facilidad.
  • La ansiedad y el estrés

Recuerda que una correcta alimentación es vital para llevar un estilo de vida saludable y prevenir o tratar esa sintomatología que tanto nos da la lata.

 

Marta Alonso Almela

Coordinadora programa Enjoy – Nutrición en Ilion 4Business

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